1. Croquis, de Carlos Mijares. 20 de marzo de 2005
Martirene
Alcántara, quien durante los últimos años compartió con Mijares viajes y
amistades, y que fotografió amorosamente su obra para la edición monográfica
que dedicó al arquitecto la revista Artes de México, me envía una
pequeña muestra de las varias decenas de dibujos que conforman la edición de Croquis.
Es una manera de decir que extrañaremos a Carlos, aun con el consuelo de este
libro póstumo que tiene como objetivo divulgar algunas de sus grandes
enseñanzas. (Foto: Martirene Alcántara.)
2. Una foto de Alberto Kalach. 15 de
mayo de 2015
El pasado
sábado 7 de febrero [de 2015], al acudir a un cumpleaños en la azotea de la última obra
terminada de mi amigo arquitecto, Alberto Kalach me recibe con una fotografía
de cuya existencia yo no tenía ni la más remota idea. Según me explica, me la
tomó él mismo, lo que no puede haber ocurrido sino allá por los años en que más
lo frecuenté, entre 1986 y 1988, por los días exactos en que aprendí y puse en
práctica, en su despacho de arquitecto, las bases del oficio editorial. (Foto de Alberto Kalach.)
Lo que no
tiene perdón es que en 2011, cuando “La suave Patria” cumplió 90 años, el
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes se encargara de dar nueva vida al
despropósito, con lujo de esplendor y de derroche. El gobierno pagó en aquella
ocasión dos planas enteras del suplemento El Ángel del
periódico Reforma para reproducir completo el poema de López
Velarde, con la viejísima errata incluida.
Un amigo,
que alguna vez me oyó contar que una noche de agosto 1981 asistí en la sala
Ollin Yoliztli a una inolvidable lectura de poetas en la que participaron,
entre otros, Borges, Günter Grass, Allen Ginsberg y Octavio Paz, me mandó el
enlace que lleva a un video de esa ocasión. Dijo: “Para ver si te encuentras
entre el público”. Fue emocionante, antes de que pasaran diez minutos,
efectivamente, encontrarme en él.
¿De qué se
trata el libro que escribió Hitler en la cárcel? ¿Quién lo editó
originalmente y qué efectos tuvo su primera edición? ¿De quién son los
derechos, todavía en lo que resta de año, antes de que queden liberados?
¿Anunció Mi lucha la espiral de
atrocidades y horror que vino con el esplendor del nazismo? ¿Qué significa el
que pueda editarse y leerse de nuevo de manera masiva? A todas estas preguntas
contestó el invitado de nuestro programa, mi amigo Jacobo
Dayán.
En el
número de junio de la Revista de la Universidad pudo leerse el
bello y generoso texto que el poeta David Huerta leyó en la presentación de mi
libro Ni sombra de disturbio el pasado 29 de abril en el Museo
Tamayo. Lo que no apareció en las páginas de la publicación universitaria
es algo que David leyó también aquella noche: un par de poemas escritos en
homenaje a López Velarde que ha tenido la enorme gentileza de dedicarme.
En el
último año de la preparatoria coincidí, en el Área Cuatro, la dedicada a las
Disciplinas Sociales, con una serie de colegas que acabaron dedicándose al
cine, al teatro, a la filosofía o a las letras a pesar de no contar con el
mínimo estímulo académico para decidirse a hacerlo. La prueba de que los
maristas no ayudaron en el desarrollo de sus capacidades artísticas es que la
mayoría de ellos estudiaron algo que no era su vocación, antes de tomar su
verdadero camino, exactamente como me pasó a mí.
La idea me
vino tan de pronto, que fue casi como una inspiración: Alcántara, ¿no era
precisamente ése el apellido de aquel pintor al que había yo conocido una tarde
de mediados de los años ochentas en la casa de Jorge Carrión? Sin duda, me
interrumpió ella antes de acabarle de dar todos los detalles, sin ninguna duda
a quien había conocido en casa de los Carrión era su padre, Ernesto Alcántara.
La cosa estuvo todavía más nítida para ella en cuanto le conté la escena, que
puedo ubicar con toda precisión en 1986 porque ese año está firmado el dibujo
que Alcántara me regaló aquella vez, por cierto el primero de los dos que
aparecen en esta historia, y que he atesorado durante casi tres décadas. (Foto: Martirene Alcántara.)
Con
frecuencia me preguntan si tengo algún ejemplar del número que Viceversa dedicó
a Julio Scherer en abril de 1994. La respuesta es siempre la misma: quitando el
que forma parte de mi archivo, ni uno solo. Hace unas semanas
pedí a la diseñadora Heidi Poun que me ayudara a subir el número a Issuu. El
propósito de este post es anunciar que acabamos de hacerlo; en
el enlace que se ofrece en él, puede verse y leerse el número entero (incluidos
forros, secciones que no tienen que ver con el dossier dedicado al
fundador de Proceso, y hasta anuncios).
Principalmente
por causas de tiempo, me resulta imposible dar sitio en la radio a todos los
libros que leo y me interesan. Así me sucedió hace poco con la novela Méjico,
del narrador jalisciense Antonio Ortuño. Entre otras razones, y más allá de su
punzante narrativa y su impecable factura, el libro me interesa porque explora
con inteligencia y verdadero conocimiento de causa las relaciones entre México
y España, un tema no precisamente en boga que sigue estando en el centro de mi
trabajo.
Los
periódicos acababan de dar a conocer la fotografía de Eddie Adams tomada en
Vietnam del momento en que un jefe policiaco dispara a la cabeza de un enemigo
preso. Cuando Almela la vio, decidió dirigir una pequeña carta a la dirección
de la revista Siempre!
A mediados
de los años cincuentas del siglo pasado, los dos grandes filólogos mexicanos
Antonio Alatorre y Margit Frenk fundaron un grupo de intérpretes de antigua
música española, y grabaron un disco que durante largas décadas fue tan deseado
(por quienes sabían de su existencia) como perfectamente inconseguible. El año
pasado, para celebrar los 75 años de su fundación, el Colegio de México digitalizó
esas grabaciones e imprimió un disco con ellas, que obsequió como regalo de
aniversario.
_________________
Todas las entregas de aniversario de Siglo en la brisa:
El primer año, http://bit.ly/wvnnI4
Dos años de
este cuaderno en línea, http://bit.ly/XwUDVb
Tercer
aniversario: http://bit.ly/OX43Mx
Cuatro años
en la red, http://bit.ly/1KWBLg6
Quinto
aniversario de este blog, http://bit.ly/1ZmyxGi
¡Felicidades por el aniversario!... ¡y larga vida a Siglo en la brisa!
ResponderEliminarMe gusta mucho tu blog, Fernando. Lo sigo regularmente. Gracias y felicidades.
ResponderEliminar