No
soy precisamente bibliófilo, en el sentido de que no ando en busca de primeras
ediciones o rarezas editoriales, pero hay casos en los que simplemente no puedo
resistirme (lo cual, ya lo sé, terminará granjeándome el apelativo de bibliófilo). Un
buen ejemplo es el volumen que motiva este post.
En septiembre
el trabajo me llevó a la Feria del Libro de Antropología e Historia; al final de
mi charla sobre “El sueño de los guantes negros”, me di una vuelta por la feria
y di con algunos libros que me interesaban pero que no había conseguido, como el estudio sobre la representación
de animales en el mundo antiguo mesoamericano, de Eduard Seler (Juan Pablos, 2008).
De
pronto, en una esquina, erguido sobre otros volúmenes, vi por vez primera en persona la preciosa edición original de Sellos del antiguo México de Jorge Enciso
(1947). Aunque la tela basta de su portada, que me pareció de un género de
encuadernado que suele horrorizarme, me hizo primero rechazarlo, porque tardé en
entender cómo era realmente, en cuanto me lo entregaron y empecé a hojearlo me sentí incapaz de oponer cualquier resistencia.
Cerré entonces
los ojos y me dejé perder, y en las manos del librero que lo ofrecía puse una
parte importante de lo que acababa de ganar hablando de López Velarde. Es cierto
que me defendí como pude, y al precio no precisamente bajo con que el libro se
me ofrecía, conseguí llevarme también a casa una edición bastante correcta (y utilísima
para mí, poco o nada bibliófilo), de las imágenes del Códice Durán (Arrendadora Internacional, 1990).
Uno
de los más estimulantes descubrimientos que me trajo 2018 fue la Historia de las Indias de la Nueva España e
Islas de la Tierra Firme, de Fray Diego Durán, que mi amigo Leonardo López Luján me acompañó a
comprar una tarde que lo fui a ver al Templo Mayor, y ha sido especialmente grato,
con aquella edición abierta a mis ojos, seguir su lectura o releer algunas de
sus páginas, como el pasaje sobre el amor de las indias por el tianguis (una cita
de Felipe Teixidor a la cual dediqué ya una entrada en este blog; el link, al calce), o el
estremecedor capítulo dedicado a las festividades del dios Xipe Tótec.
Ya
en otra ocasión había escrito sobre el libro de Jorge Enciso, aunque entonces
me había tenido que conformar con una edición moderna, sin arte (aunque suficiente
para mis intereses de entonces), cuando me permití sugerir a un ser querido
algunos hermosos dibujos sacados de sus páginas para un tatuaje. La entrada se
llamó, precisamente, “Ideas para tatuarse” y apareció en línea el 19 de febrero
de 2014 (el enlace, también al final de este texto). Para ello bastó el ejemplar de una edición prestada por mi amigo Eduardo Menache, una
sombra apenas, eficaz desde luego, pero sombra palidísima de aquella de 1947 que ahora mismo tengo delante.
Así
que el día de Navidad de 2018, es decir casi cinco años más tarde, le hago
unas fotos a la edición de 1947 del libro de Enciso, que desde finales septiembre he tenido visible en mi estudio, expuesto en un
atril. Lo hago para compartir las imágenes del volumen con los curiosos lectores
de Siglo en la brisa y para comprobar
de paso que sus irresistibles calidades justifican el gozo de convivir cotidianamente
con él.
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Ideas
para tatuarse, https://bit.ly/2Q0Qr1R
El libro de Jorge
Enciso, Design
motifs of ancient Mexico, en Amazon: http://amzn.to/1jFfEtc
Más sobre culturas prehispánicas
en este blog:
El
amor de las indias por el tianguis, https://bit.ly/2GEbqYT
Tezcatilpoca
en el Códice Borgia, https://bit.ly/2Terd29
Conversación en Burdeos, http://bit.ly/29mDVqv
Códice
Laud, http://bit.ly/MxZvL3
La
belleza de los mayas, https://bit.ly/2Lz0xX4
Duelo, de Francisco Toledo: http://bit.ly/1Uh1btb
Cholula,
imágenes raras y notables, https://bit.ly/2Sk5PIH
Casa abandonada,
http://bit.ly/29nxOng