viernes, 4 de septiembre de 2015

Adiós a Yamita


Ayer, Yamita hubiera cumplido 4 años. El jueves de la semana pasada, después de un mes de pelear contra una insuficiencia renal, murió en mis brazos. Ha sido tristísimo para mí. Nunca hubo una gatita más mimada, querida, observada, fotografiada. Yo la contemplaba todo lo que me era posible y hacía todo por que ella estuviera atendida, cómoda, feliz; ella me correspondía con un lenguaje perfectamente nítido y legible, siempre con inteligencia y dulzura. Tengo infinitos apuntes sobre sus singularidades, entre otras su pasión por el agua en cualquiera de sus formas, desde la lluvia, por fuerte que arreciara, y en la que le gustaba pasar largas horas apenas protegida bajo una mesa, hasta los cubos de hielo, que pedía todos los días y luego lamía largamente (cualquier cosa que tuviera algo de la humedad con que ahora la lloro). La palabra “mascota” me resulta ofensiva: Yamita era mi pequeña compañera. Y mucho más: ella era la Naturaleza, con toda su belleza y todo su misterio, que accedía, en mi misma casa, en el estudio donde escribo y en la cama donde leo y descanso, a estar en diálogo cotidiano y permanente conmigo. Claro que adoptaré otro gato, un día de estos. De momento no puedo pensar más que en abrazar la pena de haber perdido a esa entrañable e inolvidable gatita cuya vida acaba de ser, como escribió Garcilaso, “antes de tiempo y casi en flor cortada”.

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Más sobre Yamita en este blog:

Un año de Yamita Monogatari, http://bit.ly/PMM7Vy
2013 en diez imágenes, http://bit.ly/1ehGdEj
Fotos curiosas, http://bit.ly/1wXRbuC
Imágenes recientes, http://bit.ly/1EEQYzP



4 comentarios:

  1. No tuve oportunidad de conocerla físicamente, pero la conocí a través de las imágenes que su protector me compartía y de las cuales se filtraba el inmenso cariño que sentía por ella. Era reciproco, así me queda en el corazón y en el recuerdo de ese ser maravilloso que ahora viaja por el universo maullando en nuestro dolor y en el agradecimiento por haber llenado la vida con su presencia incomparable. Hasta siempre, Yamita. Yo también te quiero.

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  2. Un abrazo amigo: entiendo tu pena, mas de lo que imaginas, pues era una parte de ti, de tu alma, con quien compartiste alegrias y grandes momentos.

    Q.D.E.P. Yamita.

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  3. mI mas sentido pesame para ti que pronto puedas reponerte de su perdida.

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  4. Muchas gracias, querida Guadalupe. Gracias por escribir. Gracias también a mi viejo amigo César, y por supuesto que a Silvia también. Abrazos cariñosos a los tres.

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