viernes, 6 de marzo de 2015

David Huerta evoca a Néstor Perlongher


Nada más publicar el post de la semana pasada, una escritora a la que no conozco en persona pero que sigo en twitter tanto por empatía literaria como por sus evidentes nexos con la Facultad en la que yo estudié, celebró con entusiasmo que alguien evocara a Néstor Perlongher. Como en la evocación mencioné a David Huerta, de quien dije que estuvo con el poeta argentino en la misma lectura organizada por la Universidad de Nueva York en la que yo lo conocí, Alejandra Eme Vázquez, que es como se llama mi colega, me contó que había echado un vistazo a la obra del autor de Incurable para averiguar si tenía alguna cosa publicada al respecto, para quedarse con la impresión, por lo menos hasta pudo darse cuenta, de que no es así. Entonces se me ocurrió escribirle yo mismo a David para preguntarle por sus recuerdos de aquel día. Generoso como siempre, él aceptó mi invitación de ponerlos por escrito con el propósito de publicarlos en Siglo en la brisa. ¿Leyeron en la misma mesa, como me parece que recuerdo? ¿Y qué otras memorias guarda de aquella lectura de notables poetas en NYU? Y sobre todo ¿cómo era Perlongher a principios de 1992, a sólo unos meses de su muerte? Aquí su emotivo e invaluable testimonio.

Magnético, eléctrico, centrífugo, enérgico Néstor
por David Huerta

Leí, querido Fernando Fernández, con Perlongher, Echavarren y Kozer, en esa mesa moderada por Jacobo Sefamí en 1992 en la Universidad de Nueva York. Inolvidable; quiero decir: inolvidable la conversación con el magnético, eléctrico, centrífugo, enérgico Néstor, uno de los individuos más simpáticos y queribles que me ha tocado conocer en este mundo miserable. La simpatía misma se vería en él como en un espejo. Y lo mejor era esto: la jovialidad, la chispa de Perlongher ensamblaban perfectamente con su inteligencia de relámpago, otro esdrújulo saltarín muy a mano para hablar de este duende argentino y amazónico, poético y antropológico.
Le pregunté por la ayahuasca y los ojos le brillaron más todavía –fue posible. Le dije la frase titular de su libro de 1991: Aguas aéreas, y le confesé mi envidia. “Qué ganas de que se me ocurriera a mí, pero se te ocurrió a ti”, a lo que respondió con un gesto benévolo y me dijo “haz con esa frase lo que quieras”. 
Poco después murió Néstor Perlongher, en noviembre de 1992, y nadie lo recordó en México, con una excepción que da gusto consignar aquí, precisamente aquí, Fernando: ahora caigo en la cuenta de que el número 1 de la revista Viceversa correspondiente a los meses de noviembre-diciembre de 1992 comenzó a circular en los días en que Perlongher moría, y en la página 34 hay una nota de presentación del poema “Strip Tease”, y éste ocupa, entera, la página 35, con todo y un epígrafe de otro de los lectores de aquella mesa, el uruguayo Roberto Echavarren. (1)
Néstor Perlongher me dio permiso y en noviembre de 2007, a quince años de su muerte, bauticé con la frase “Aguas aéreas” una sección que me invitaron a escribir en la Revista de la Universidad de México, de la que soy colaborador asiduo desde entonces. Al pie de esa primera entrega puse esta nota: “El nombre de esta sección es un homenaje al poeta argentino Néstor Perlongher (1949-1992): Aguas aéreas es el título de uno de sus extraordinarios libros de poemas, publicado por Ediciones Último Reino en 1991.” Esa primera colaboración, esa primera “agua aérea”, se llamaba “Apuntes sobre Hero y Leandro”.
A algún amigo poeta de la Facultad de Filosofía y Letras, Javier Raya, le presté los libros de Perlongher que tengo; me los devolvió emocionado. Pero aquí casi nadie lo conoce; aquí nadie conoce a nadie, mejor dicho. Pero si tú y yo lo conocemos y en el camino se han sumado Raya, Bravo Varela, unos cuantos más, ¿no es justo decir que es un poeta conocido en México?
Un abrazo.
David Huerta

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(1) La natural elegancia de David lo hace omitir el nombre de quien escribió sobre Perlongher en una publicación mexicana por los días exactos en que moría el poeta argentino, y que no es otro que él mismo. Aquí la nota, que me permito copiar entera por el enorme interés que tiene, a 22 años de la muerte del gran poeta de “Cadáveres”:
“Nerudismo, vallejismo, pacismo: ¿cómo salir de estos territorios minados y magníficos, fecundos y paralizantes? Habrá más de cuatro que digan que no y no; que todavía hay que seguir la línea y romperla con cuidado, para no faltarle el respeto a la Tradición de la Ruptura –y que por lo tanto hay que romper con todo esmero para que la tradición no se rompa, éjem, demasiado, y al mismo tiempo haya ruptura, que es tan emocionante. Pero también pasan cosas por debajo, a los lados, detrás, y aun delante de esa línea respetuosa; quiero decir: todavía pasan cosas con la poesía latinoamericana. Algunos nombres: Echavarren, Bracho, Zurita, Kozer, Benavides, Lamborghini, Lauer. Hay algo que algunos indomeñables llaman “caribe transplatino”: mezcla de geografías y regiones en el entrecruzamiento de las hablas y de las escrituras. Uno de esos indomeñables se llama Néstor Perlongher. // 
Nació Perlongher en Avellaneda, Buenos Aires, en 1949, y ha escrito los libros de poemas siguientes: Austria Hungría (1980), Alambres (1987), Parque Lezama (1990), Aguas aéreas (1991). Vive en Brasil hace ya muchos años dedicado a la enseñanza y a la investigación antropológica. El poema inédito que entregó a Viceversa es una pequeña gran muestra de su transplatinismo caribeño, es decir: de su voluntad neobarroca, de su brillo verbal, de su absoluta temeridad lingüística. Néstor Perlongher es uno de los poetas más poderosos, ligeros, naturales y estimulantes de este fin de milenio latinoamericano. ¿Suena exagerado? Es mi opinión sincera. Léanlo. David Huerta”

La entrega de la semana pasada, “Perlongher en la memoria”, puede leerse en http://bit.ly/1DRGKb8

La foto que abre este post es de Conaculta: la tomo prestada de su sala de prensa virtual, donde se ofrece sin autoría, http://bit.ly/1F6Uu1w. En la imagen de la derecha, David aparece retratado con Gerardo Deniz en las oficinas de Siglo XXI Editores en algún momento de la década de 1980.

Más sobre David Huerta en este blog:
80 años de Gerardo Deniz, http://bit.ly/1sDZm8f
Alejandría, http://bit.ly/1cPgFw9
19 imágenes de los Estados Unidos, http://bit.ly/1w0kZFZ
Danza de Clori, http://bit.ly/1AXDU4L

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