domingo, 19 de febrero de 2012

Esqueleto de Gonfoterio

El  lunes 10 de noviembre de 2008, la sección cultural del periódico unomásuno de Tabasco publicó una nota sobre el inicio del homenaje que diversas instituciones gubernamentales rindieron a Carlos Fuentes con motivo de sus ochenta años. Salvo por un detalle alarmante, la nota no tiene nada de particular. 
El reportero Guillermo García Estrada hace un recuento de las actividades programadas y entrevista a los funcionarios encargados de coordinarlas: Jorge Volpi, director general de Canal 22 y secretario técnico de la comisión organizadora, y el doctor Enrique Márquez, secretario técnico adjunto y representante del gobierno de la Ciudad de México. Entre otras muchas actividades, están previstas la transmisión de algunos programas de televisión sobre la vida y obra de Fuentes, el estreno de una ópera con texto suyo sobre Antonio López de Santa Anna y la imposición de una medalla honorífica otorgada por el gobierno capitalino. 
Además de ofrecer una conferencia en el Auditorio Nacional sobre el proceso de su escritura, Fuentes mismo ha escogido “con su colega” Monsiváis “nueve películas clásicas que se exhibirán en la Cineteca Nacional y que darán pie para una charla sobre el séptimo arte”. Como es de esperarse, se contempla también la presentación de algunos de sus libros, entre ellos las reediciones “de la novela [sic] El espejo enterrado” y el cuento “Chac Mool”, y una edición especial conmemorativa de La región más transparente patrocinada por la Asociación de Academias de la Lengua Española.
Según se nos dice expresamente, Fuentes ha cuidado en persona todos los detalles de su homenaje, incluido el cuerpo central de las actividades, un coloquio interdisciplinario al que han sido invitados algunos especialistas de distintos países. Sin embargo, una de las principales preocupaciones del famoso escritor mexicano, según afirma Volpi, es que “no se hable de él sino de los temas que lo apasionan: la política, las artes visuales, la literatura, la filosofía, la historia, el cine y el periodismo”. En palabras del director del Canal 22, Fuentes “sólo desea ser el pivote a partir del cual muchos personajes del arte o la política pudiesen venir a México a discutir temas centrales, pero con la idea de hacerlo plural”. El reportero aclara que Volpi fue “el elegido del autor de La región más transparente para ser su interlocutor”, asunto sobre el que se pronuncia el propio funcionario de esta manera: “Yo me sigo preguntando por qué Carlos Fuentes decidió que yo me encargara de la coordinación del homenaje nacional”.
Por su parte, el doctor Márquez “precisa que el jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón, hizo el primer planteamiento para hacer un homenaje al escritor mexicano vivo de mayor trascendencia internacional” y aclara que eso se debe “no sólo [a] la relación cercana que tiene el jefe de gobierno con él, sino porque es autor de una de las novelas más importantes y significativas para la historia contemporánea de la ciudad de México”. Y remata: “Para la vida cultural y política de la ciudad de México, Fuentes es fundamental para el desarrollo de la democracia en el país”.
Por último, Volpi revela que Fuentes “está emocionado y contento por la idea de reunirse con muchos de sus amigos y con otras personas que ni conoce pero que igual lo emocionan, por lo que asegura que no se perderá ninguna de las mesas de discusión”. El reportero García Estrada, después de decir que ambos coordinadores “han trabajado intensamente desde el pasado mes de abril para sacar adelante un homenaje que involucra cerca de 20 instituciones federales, locales y privadas”, concluye su texto explicando el género de relación de cada uno de ellos tiene con Fuentes: “Volpi, a pesar de la diferencia generacional, es uno de los mejores amigos del autor de Aura; en tanto que Márquez lo ha tratado poco pero lo admira y considera uno de los autores más importantes de la lengua española”.

La mañana en que la nota cayó en mis manos me limité a verla por encima, sin mayor interés. Sin embargo, cuando me disponía a pasar la página me fijé en el pie de foto y descubrí un detalle alarmante… 
O hilarante, según se vean las cosas. Tres años y medio después sigo sin decidir cuál es la mejor hipótesis para explicarlo. ¿Se debió todo a un desafortunado error? ¿O fue hecho, como bien podría pensarse, de manera intencional? De haber estado en conocimiento del homenajeado y los organizadores, quiero creer que debió de hacerles pegar una sonora carcajada, como la pegué yo. Y es que debajo del retrato de Fuentes, en vez de decir algo como “El imprescindible autor de la innecesariamente polémica Aura, en una imagen reciente” o “El más conocido de los escritores del país, de quien por estos días se celebra un homenaje francamente nacional”, se reproduce esta leyenda: “Esqueleto de un Gonfoterio, especie parecida a un elefante, parte de la muestra que se exhibe en el Templo Mayor”. 
¿Qué pensar de algo así? No es muy amable colocar debajo del retrato de un autor que alcanza los ochenta años un pie de foto que se refiere a los restos óseos de un mamífero extinguido hace miles de años. Me temo que la comparación nos llevaría muy lejos. Con un costo millonario, el homenaje nacional a Carlos Fuentes empezó oficialmente con una comida en el Alcázar de Chapultepec honrada con la presencia del Presidente de México y se llevó a cabo a lo largo un mes, entre noviembre y diciembre de 2008. Para mí, más allá de coloquios y reediciones y grandes palabras, lo más memorable fue este sublime recorte, que comparto ahora con los lectores de Siglo en la brisa.

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Menos de tres años después del homenaje a Fuentes, en un sitio arqueológico de Sonora significativamente llamado Fin del Mundo, se encontraron restos de un gonfoterio en un contexto que al parecer permite presumir su convivencia con seres humanos, lo que constituyó un hallazgo de genuino interés internacional. Más información en http://bit.ly/xIVJwG. Por cierto, quien ha estudiado esos restos, un investigador del Laboratorio de Arqueozoolgía del Instituto Nacional de Antropología experto en mamíferos del Cuaternario, se llama Joaquín Arroyo Cabrales.

La foto de Fuentes, García Márquez y Calderón es de Marco Peláez, y la he tomado prestada de la página web del periódico La Jornada.

Más sobre el unomásuno en este blog:
“Foto política”, http://bit.ly/AeZwmp

2 comentarios:

  1. Recuerda otro error de pie de foto histórico, cuando en el 68 en la primera página del Diario de México aparecían una foto de Díaz Ordaz con su gabinete y otra de unos gorilas recién llegados al Zoológico de Chapultepec. Confundieron los pies de página. No a todo mundo le pareció tan simpático porque cerraron el periódico.

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  2. jajajajajaajajajajajajajajajaa. Si antes creía que quien dice a sus alumnos de hispánicas "no dejen que los periodistas hablen de literatura,ustedes son los que estudian letras" estaba prejuiciosamente equivocado, ahora lo confirmo y pido: "a ver supere ésta, profesor".

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