Al final de una entrega de hace unas semanas de este cuaderno en línea, mis
amigos pudieron leer las siguientes palabras: “Algunas décadas más tarde,
a
ruego
mío,
la
dirección
de
la
revista
Milenio me dio
a
conocer
por
fin
al
Neruda
esencial.
Desde
entonces
me
consta:
aquel
amb(l)istoma
gargarizante
escribió
tres
poemas
buenos
en
su
vida.
Puede
que
hasta
cuatro.
En
el
lugar
del
poeta
Borges,
algo
como
para
morirse
de
envidia” ("Neruda", De marras, pág. 414).
Quien habla es
Gerardo
Deniz. El escritor hispano-mexicano acaba
hacer
el
relato
de
la
primera
y
única
vez
que
vio
en
persona
a
Pablo
Neruda. Entre
otras
cosas, ha escrito que
su
primer
contacto con el poeta chileno
fue
de
desagrado; no
sólo
cuando
estuvo
delante
de
su persona sino
también
cuando
leyó
los
primeros
versos
suyos
que
tuvo
en
las
manos,
en
aquellas
inacabables
galeras
que
su
padre corrigió para una famosa edición mexicana de Canto general (“cuando empezaron a
llegar
las
longanizas
de
versos
nerudianos,
las
rechacé
con
repulsión”).
Supongo que Deniz se refiere a
aquella primera
edición,
mexicana
del
todo,
diseñada
por
Miguel
Prieto
y
acompañada de dibujos
de
Diego
Rivera
y
José
Clemente
Orozco,
que
desde
hace
ya
mucho
es una
pieza
de
caza
especialmente
apreciada
por
los
bibliófilos.
(Hasta donde alcanzo,
aun
cuando
tuvo
que
revisarla
de
cabo
a
rabo probablemente
con
el
desagrado
del
que
habla
su
hijo,
el
padre
del
poeta
no
tiene
crédito en
la
famosa
edición…).
El texto "Neruda" de Gerardo Deniz está en la página 414 de De marras (FCE, 2016). |
Con los años,
termina
contando
en
su
texto,
Gerardo
Deniz
tuvo
curiosidad
de
echar
un
ojo
a
lo
que llama, en ese mismo texto, no
sin
una
gota
de
sempiterna
ironía,
“el Neruda esencial”.
Con
la
frase
“la dirección de
la
revista
Milenio” se
refiere
a
mi
persona; dirigía yo
entonces
una
publicación
llamada
de
esa
manera
que
nada
tiene que
ver
(nunca lo diremos
bastante)
con
el
diario
de
ese
nombre, el cual empezó
a
publicarse
unos años
después
de
que
nosotros
renunciamos a él.
Llego a donde
quiero
llegar:
entre
mis
libros
está
el
ejemplar
de
Residencia en la tierra
que
le
presté a Juan Almela
en
aquella
ocasión.
Es
la
vieja
edición
de
mis
veinte
años
(no tengo otra);
muestra,
como
es
esperable
tratándose
de
un
libro
que
ha
tenido
cerca
a
lo
largo
de
tantos años,
algunas
anotaciones
mías (y no sólo notas: entre sus páginas descubro ahora el recibo de algo que bien pudo ser un desayuno en el Hotel Diligencias del puerto de Veracruz, sin fecha). Lo
bonito
del
caso
es
que
hay
una anotación dejada por Almela mismo cuando anduvo entre sus páginas.
Es en el
último
verso
de
la
segunda
estrofa
del poema
“Caballero solo”. A
leer,
mi
amigo
se
dio
cuenta
de
que
Neruda
aludía
a
un
famoso
verso
de
Baudelaire y
así
lo
dejó
consignado en mi ejemplar.
Con las imágenes que ilustran esta post
lo
consigno a mi vez ahora
yo,
con
el
propósito
de
satisfacer
la
curiosidad
de
quienes
se
asoman
a
este
blog.
_______________________
Primera edición de Canto general de Pablo Neruda, http://www.amabpac.org.mx/wp/la-primera-edicion-de-canto-general-de-pablo-neruda-patrimonio-documental-de-la-humanidad
Más sobre Neruda en este blog:
El retrato que acompaña estas líneas es de Roberto Portillo.
Juan Almela / Gerardo Deniz en Siglo en la brisa:
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