Siglo en la brisa: Yohualichan

Por lo visto, la palabra significa “la casa de la noche”. Yohualichan es un pequeño e intenso sitio arqueológico ubicado en la sierra de Puebla, a unos diez kilómetros de Cuetzalan. A mediados de julio pasado, mi querido amigo, el editor y maestro universitario Miguel Ángel de la Calleja, me invitó a pasar un fin de semana en la región, de donde es originaria su familia paterna. Dedicamos el viernes y el sábado a conocer Zacapoaxtla y sus exuberantes alrededores, en los que las barrancas son algo más que intensas y frecuentes, y de cuando en cuando saltan, en ocasiones desde notables alturas, unas sorprendentes cascadas.

El temperamental pueblo de Zacapoaxtla es el centro comercial la zona. Nos hospedamos en la casa de la abuela de mi amigo, una entrañable octogenaria de encantadora expresión verbal, con quien pasamos unas horas tan gratas como aleccionadoras.

Reservamos el domingo para visitar Cuetzalan, ya que ese día hay mercado –un mercado especialmente interesante, dispuesto en un graderío, lo que le da una belleza particular–. Antes, pasamos por Yohualichan. La víspera se había celebrado la fiesta de la Virgen del Carmen, así que los restos de la luz del día postrero, que cegaba todavía a algunos rezagados de la noche anterior, los cuales deambulaban como fantasmas a la mitad del día, nos ayudaron a ver en entorno con una inmejorable calidad. Ahí tomé las fotos que conforman este post.