Mi
amiga Mariana Maneiro, de paso nuevamente por México, me escribe para contarme
que ha visto mi nombre en un texto de Vicente Leñero. No puedo imaginar en
qué contexto pudo traerme a cuento el novelista y dramaturgo mexicano, subdirector
de la revista Proceso durante largos años, a quien apenas
traté en persona. La cosa se aclara en cuanto mi amiga me envía unas imágenes del libro donde
lee el artículo: con ellas en la pantalla de mi teléfono, entiendo.
Viceversa, número 11. Abril de 1994. Foto de portada: Rogelio Cuéllar. |
En 1994, cuando armábamos
el “Proceso a Julio Scherer”, título que dimos al número monográfico de la
revista Viceversa dedicado al gran
periodista del siglo XX, diseñamos
una nómina de colaboradores lo más amplia posible (políticos,
intelectuales, periodistas, editores, caricaturistas, comunicadores…). Como resultado, terminamos recibiendo una ingente cantidad de artículos y testimonios que no
cupieron en Viceversa,
aun cuando previmos para aquel número al menos una cuarta parte más de
las páginas que solía tener nuestra publicación. Por primera vez la revista, que hasta
entonces había aparecido siempre engrapada, necesitó de un lomo, el cual, ante
la novedad del caso, no supimos aprovechar con la consecuencia de que salió sin imprimir, en blanco.
El "número de Scherer", con el lomo en blanco. |
Ante
semejante cantidad de textos, no pocos de primer interés, algunos magníficos,
tuvimos que tomar la decisión de sacrificar un puñado de ellos. En esa lista
quedaron los artículos de los dos colaboradores más cercanos de Scherer, Enrique Maza y
Vicente Leñero. De ese modo, el texto del subdirector de Proceso quedó inédito.
Página del número monográfico de Viceversa sobre Julio Scherer. En la foto de Pedro Valtierra, Scherer y Enrique Maza. |
Me imagino que muchas veces le preguntaron a
Leñero, de todos los modos posibles, cómo era su relación de trabajo con
Scherer, ya que fue él una de las personas que lo trató con la mayor cercanía durante un número bastante considerable de años. Creo que referirse a la persona que le
solicitó el texto, aun cuando terminó dejándolo fuera, es un modo de dar plena legitimidad al modo en que fue escrito: su testimonio no surgió por motivos personales, los que hayan sido, sino a petición de alguien más. Me sorprende,
eso sí, que Leñero se refiriera a Viceversa
como una “revista efímera”, cuando apareció durante casi diez años. Cuando lo
pienso mejor, por supuesto, me doy cuenta de que tiene toda la razón al
calificarla de ese modo si se compara con los más de cuarenta años que lleva publicándose
Proceso, la revista que él y Scherer
fundaron en 1976.
Mariana Maneiro, de paso por México en febrero pasado. Foto: FF |
Al publicar las fotos que hago al libro de Mariana Maneiro, el
día que me reúno con ella en la Zona Rosa para tomar un café y echar
un vistazo a las páginas del libro, siento que cumplo finalmente con Leñero, aunque sea de forma vicaria, divulgando este texto espléndido que yo mismo
le solicité.
_______________
El retrato de Leñero que abre este post es de Roberto Portillo. Apareció en el número 9 de Viceversa (febrero de 1994), acompañando una entrevista de Ricardo Cayuela Gally.
Aquí los datos del libro del que tomo un par de páginas: Scherer, Salgar, Clóvis Rossi, Sábat (Premio Homenaje CEMEX, FNPI, FCE, 2007), pág. 31-32.
Más sobre Leñero,
Scherer y Proceso en este blog:
El numero de Scherer, en papel, http://bit.ly/12AooNW
El numero de Scherer, en línea,
https://bit.ly/3457AzI
Leñero comenta las mejores portadas de Proceso, http://bit.ly/1FI3kXN
Juan Miranda retrata a Octavio Paz, http://bit.ly/1euDvXV
No hay comentarios:
Publicar un comentario