Esta
vez Sergio me ha pedido que escriba un gran monólogo en trece partes para
sustituir los diálogos sin música que dan estructura dramática al primer Singspiel de Mozart, El rapto en el serrallo. Como hizo ya mi
amigo director teatral en una ocasión, en el año 2000, cuando se propuso hacer lo necesario
para que el público entendiera plenamente lo que ocurría delante de sus ojos, Sergio
ha sustituido las escenas en lengua alemana que, en la versión
original de la ópera, alternan con los números musicales, por unos textos que
tienen la función de guiar a los espectadores a través de cuanto sucede en el escenario.
Aquella
vez de hace casi veinte años, cuando montó en el Palacio de Bellas Artes de la
Ciudad de México el más famoso Singspiel
mozartiano, La flauta mágica, Sergio
inventó un personaje que tenía la función de encarnar, como le gustaba decir
entonces, “el espíritu de la narración”. Aquel espíritu sacado de su ingenio, el cual circuló entre los cantantes y a través de las escenas de ese montaje, fue personificado por Sasha Sökol, quien dijo una serie de textos que yo escribí.
Ahora,
dos décadas después, Sergio se ha aprovechado de una peculiaridad de El rapto en el serrallo: el que el Bajá
Selim, personaje sobre el cual funciona el engranaje de la historia, y no sólo
eso, sobre quien se produce el giro dramático final, no tiene un papel cantado.
Así, será ese personaje quien, en esta nueva producción que va a estrenarse el
próximo 5 de junio en el Teatro del Bicentenario de León, Guanajuato, con el
director concertador Antoni Ros-Marbà al frente de la Camerata de Coahuila, va
a relatar al público, en español, entre la obertura y las arias, los duetos, tríos, cuartetos
y coros, los detalles de la historia necesarios para su pleno disfrute y entendimiento.
Me entusiasma que Sergio Vela, el más importante director de escena mexicano
especializado en ópera, cuente de nuevo conmigo para formar parte de su equipo
creativo, entre gente de genuina cepa teatral como Violeta Rojas, Ruby Tagle o Paulina
Franch, y me permita gracias a ello trabajar en su versión de esta vieja y
siempre nueva e invariablemente exitosa ópera de Mozart, al lado de la bailarina Casilda Madrazo, el Ensamble de Percusiones Tambuco y el Grupo Segrel, agrupaciones que encabezan respectivamente Ricardo
Gallardo y Manuel Mejía Armijo.
Ricardo Gallardo y Manuel Mejía Armijo, respectivamente líderes del Ensamble de Percusiones Tambuco y Grupo Segrel. |
El
martes pasado se llevó a cabo la segunda sesión de trabajo, en el estudio de Ricardo
Gallardo en Coyoacán. Uno de los dos propósitos de la reunión era que el talentoso actor
francés Nicolás Sotnikoff, quien encarnará al Bajá Selim, leyera por vez
primera las más de veinte cuartillas que he escrito especialmente para esta
puesta en escena.
Dado que una de las singularidades (y audacias) de esta nueva
producción de la gozosa ópera de Mozart es la de intercalar música
de cuño antiguo y oriental entre los números musicales de Mozart, el otro
objetivo de la reunión era que los líderes de Tambuco y Segrel hicieran sonar los
primeros tratamientos de la música mayormente turquesca y con instrumentos
antiguos que interpretarán cada vez que aparezca en escena el Bajá Selim.
Tomé un puñado de fotos informales y espontáneas, y las comparto ahora, a
manera de pequeño aperitivo, con quienes siguen este blog.
Sergio Vela y Nicolás Sotnikoff. |
Manuel Mejía Armijo. |
Ricardo Gallardo y Casilda Madrazo. |
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Más teatro en Siglo en la brisa:
Textos para La mujer sin sombra de
Richard Strauss, http://bit.ly/1IraPP6
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Sobre una línea de Medea de Eurípides, http://bit.ly/2oE0MFe La Orestiada de José Solé, https://bit.ly/2FLXAQk
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escena, http://bit.ly/2pjD0RK
El día que fui el Narrador, http://bit.ly/2rCRdqg
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