No
es el baúl de Pessoa, pero el archivo de papeles que Juan Almela fue entregándome
a través de los años –y específicamente los que me cedió
unas semanas antes de su muerte–, me depara todavía algunas sorpresas. Esta vez
ha sido un documento de cuya existencia tenía yo un vago recuerdo, pero que no había visto en mi archivo –y eso que yace entre otros que he manoseado hasta el
cansancio.
Se
trata de su explicación (o mejor dicho: su “visita guiada”) del epígrafe en
lengua alemana que antecede al primero de sus ataques a José
Emilio Pacheco –esos trabajos por cierto bastante excepcionales para nuestra literatura que fueron publicados, primero respectivamente en
las revistas Milenio y Viceversa, luego en el libro Anticuerpos y por último en la colección de su prosa reunida, De marras–. Quien conozca la primera de aquellas
diatribas se habrá topado con esos cuatro versos, sin crédito de autoría, indescifrables
para cuantos ignoramos la lengua de Goethe:
Doch Abraxas bring’ ich selten!
Hier soll meist das Fratzenhafte,
Das ein düstrer Wahnsinn schaffte,
Für das Allerhöchste gelten.
Juan Almela en "flagrante delitro". Archivo: FF |
El
propio Almela decía que su costumbre de publicar epígrafes sin crédito, que
está ya en la primera página del primero de sus libros, la había tomado de su
admirado Eliot. Bien: pues yo sabía, porque a él le gustaba contarlo, que esos
versos eran precisamente del autor del Fausto.
Incluso me sabía su significado en español porque se lo oí decir en diversas
ocasiones a él, al grado de terminar aprendiéndomelo de memoria:
Traigo abraxas
raramente:
ahí suele
lo grotesco,
fruto de
locura lúgubre,
pasar por
lo más sublime.
Ocurrió, como siempre, buscando otra cosa, específicamente el artículo en el cual la poeta y
periodista mexicana Margarita Michelena escribió famosamente, para ilustrar hasta qué punto le
parecía que los poemas de Deniz no valían nada, que ella podía hacerlos en razón de “unos
veinte al día”.
Buscando, decía yo, los papeles de aquel caso, di con una copia
del texto donde Almela explica el sentido de los versos goethianos, da alguna clave
sobre el papel que juegan en su descalificación de Pacheco e
incluso los reproduce con una traducción literal, palabra por palabra. El motivo de este post es mostrar el documento que me esperaba al fondo del archivo almeliano, para terminar
de aclarar la alusión.
Epígrafe popotámico
por Gerardo Deniz
Es del
poema ‘Prendas de dicha’, ‘Segenspfänder’, segundo del Diván de Goethe, quien finge ser un vendedor de 'talismán de
cornalina… amuletos… signos escritos en papel…’ y, acto seguido:
Traigo abraxas
raramente:
ahí suele
lo grotesco,
fruto de
locura lúgubre,
pasar por
lo más sublime.
(La estrofa
se completa con dos versos. ‘Sag ich euch abrurde Dinge, / Denkt, dass ich
Abraxas bringe’. ‘Si os digo cosas absurdas, / pensad que abraxas os traigo’.)
Acerca de la cabalística palabra ‘abraxas’ se ha escrito demasiado, lo cual
aquí no importa. Pero
una nota a la edición del Diván que
tengo afirma: ‘Im Divan bedeutet
Abraxas theologischer Schund’:
‘En el Diván, ‘abraxas’ alude a las tonterías teológicas’. Un poco dogmático, quizá, pues, luego de chuparme el Diván entero, con todo y copiosas prosas
anexas, no recuerdo si la palabra ‘abraxas’ vuelve a aparecer una sola vez. Los
versos en cuestión rezan literalmente: [sigue la reproducción de los versos
alemanes con sus equivalentes en español, palabra por palabra]”.
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Quince razones para
asomarse a De marras, http://bit.ly/2bmYunI
Deniz en Buenos Aires, http://bit.ly/1N37oAb
Deniz en Buenos Aires, http://bit.ly/1N37oAb
Cómo y cuándo nació el seudónimo, http://bit.ly/1RTMiXd
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